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viernes, 22 de enero de 2010

Locura

Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto.., la he visto y me ha mirado...
[...]
G.A.Bécquer

Sí, todos sabemos que falta un verso: " ¡Hoy creo en Dios!"

Pero desgraciadamente, en mi caso, esa mirada ni me ha llegado como el resto, hoy mme ha vuelto a mirar pero no de la misma forma. No puedo creer en nada, la felicidad me embargó, es cierto, pero duró poco tiempo, me dí cuenta que la mirada de ese día era diferente, habia alegría de verme pero poco más, y yo me engañé. La felicidad me pasó hizo una mala jugada, una hora o poco más fui la persona más feliz, aunque lo más seguro es que no fueran mas que quince minutos a su lado, pero esos minutos se me hicieron tan perfectos que recuerdo cada movimiento con él. Un día que pensaba no le vería, pero de repente me giro y allí estaba sonriendome.


Y fui feliz, busqué su cariño que, aunque reacio, cedió a darme. Pero hoy recuerdo, o la mente oscura de dolor me juega malas pasadas distorsionando los recuerdos para hacerme sufrir, recuerdo su mirada, cambiada. Me miraba y era feliz de verme, pero igual que yo me alegro de ver a un buen amigo despues de mucho tiempo. Y pobre de mí, que descubrí mis sentimientos tarde, después de hacer el daño, un error que no me arrepiento y que me ha causado muchos buenos momentos, pero que aun así es la causa de esta desdicha que sufre mi alma negra y rota.


Este alma rota de dolor y falta de ese cariño que solo el me daba, un cariño que fui incapaz de mantener. Pero ahora lo echo de menos, esas caricias y besos, esos paseos, esas risas, y en resumen esos momentos. Ahora somos amigos, y se hace aun más duro ver como para mi desgracia, me hizó caso cuando le pedí que lo superase y siguiese adelante, cuando yo no lo intentaba, y ahora lo intento, pero ya es tarde.


Pero aun hay promesas incumplidas, y espero que se cumplan, tan sólo yo las recuerdo ya, pero ahí están y pese a quien le pese se cumpliran. Esa es la esperanza que mantiene mi alma tranquila y con ese pensamieento logro apartar la agonía de las noches.


Las noches, el dolor sigue embargandome, pero ya no salen gritos, ni siquiera lágrimas inundan mis ojos, unicamente hay dolor y desesperación. Ni los buenos momentos, ni los días alegres, ni las buenas noticias logran apartar esa agonía nocturna.


Y los sueños... apenas los recuerdos, y lo unico que recuerdo es el dolor a causa del incumplimiento de nuestras promesas, y pienso en el futuro, y me pregunto ¿cumpliremos esas promesas? ¿cumplirála suya?

Y llega a mi mente otro poema, muchisimo mas triste que el anterior, pero en este caso, llega completo, e incluso a veces se queda corto....


"Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
¿quién se sentará?
Cuando la trémula mano
tienda próximo a expirar,
buscando una mano amiga,
¿quién la estrechará?
Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
¿quién los cerrará?
Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral),
una oración al oírla,
¿quién murmurará?
Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa
¿quién vendrá a llorar?
¿Quién, en fin, al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo,
quién se acordará?"

G.A. Bécquer


La locura por el dolor se acerca a mi mente, y estos poemas son los que me sostienen....

Amor, dolor, locura, son en realidad un solo sentimiento.


Jorge Niño Fernández

sábado, 9 de enero de 2010

Invierno

Frío.

Siento como mis manos tienen problemas para responder, duele. Siento como el viento helado arranca unas lágrimas de mis ojos, siento mis labios agrietados y pronto comienzan a sangrar.

Frío.

Una de las sensaciones más dura de la vida, y más si se une al dolor de un alma destrozada.


Te encuentras con la soledad de tu alma, el frio de tu mente, y el frío de tu cuerpo. Intentas pensar, pero nada bonito acude a tu mente, los buenos recuerdos parecen esconderse, y únicamente eres capaz de recordar momentos dolorosos, momentos tristes e incluso llegas a pensar cosas que no te sirven para nada, solo para causarte más dolor.

Cuando intentas recuperarte del dolor causado anteriormente, el clima tampoco quiere levantarte y solo te provoca tristeza por medio de la lluvia, al hacer días grises. Un paseo bajo la lluvia es muy relajante o reconfortante, pero el cielo es gris, como el alma agonizante. Y el frío, sensación quemante y dolorosa.


El dolor no desaparece, se agudiza. El invierno, esa estación de nieve y felicidad para mucha gente, no es más que la época más dura del año para los que no han superado una perdida, una relacion, una desgracia.


Y peor aun si se acerca un día triste, un día negro en la vida de mucha gente, un día que no conviene recordar, pero que tristemente no se puede olvidar. No se puede olvidar el fin de una existencia, el fin de una persona, alguien que no tenía mucho tiempo por delante, pero que, desgraciadamente, la naturaleza no se lo permitió. Todo tiene un final, todos tendremos nuestro final, el mundo lo tendrá, el universo incluso también, pero no se cumple el dicho, mal de muchos consuelo de tontos, mentira, una mentira inmensa. Muchisimos lloramos ese día, y los días siguientes e incluso a algunos se nos turbia la vista al recordar ese día, 19 de enero de 2009.


La muerte puede llegar en cualquier momento, esta en todo momento esperando una debilidad, aunque a veces dicha debilidad no existe y por mucho bien que hagas a los demas, la muerte se impacienta y hace que caigas en sus manos sin dar siquiera un grito. Simplemente das un ultimo suspiro y caes, no sientes nada, solo caes, y fin. No llegas a ver a tus compañeros a tu alrededor llorando desconsolados, impotentes por no poder hacer nada, no ves la desesperación de los medicos por no poder traerte de nuevo, ni ves el llanto incontrolado de decenas, cientos de jovenes impactados por el suceso, por algo que nunca querían que llegara a ocurrir.

Y entonces el frío llega aunque ya no estás para sentirlo, pero el frío lo sienten las personas de tu alrededor, y entonces vuelven a llorar tu perdida en silencio o a gritos, pero todos lloran aun.


Y el frío a llegado a mi, pero no el mismo frío fisico que helo el corazon ya apagado de Juan Luis, en paz descanse. El frío ha llegado a mi corazón y hace que cada noche no sea capaz de pensar nada bueno, solo puedo pensar lo que fue, lo que no será y lo que podría haber hecho para no acabar así.

Frío

La sensación más dura de la vida, y la última que se siente.




Jean Louis in memoriam
Requiem in pace