Una vida dentro de las leyes, sin hacer daño a nadie, sin saltarme ninguna de las normas, sin atacar el orden civilizado.
Pero mi condena no es física, mi forma de vida, el sendero que marcan mis pasos, el hacer caso a las palabras de mi corazon, son hechos y comportamientos condenados al dolor y el arrepentimiento eterno.
Rechazan que el mirarte a los ojos y ver el universo en ellos sea natural; odian que sea capaz de emocionarme cuando tus brazos me rodean en un cálido abrazo; se oponen a pensar que soy capaz de dar hasta la última gota de mi pobre sangre por estar un segundo más a tu lado, y niegan la pureza de la alegría de mi alma cuando mis labios rozan los tuyos.
Desgraciadamente, la condena para demasiadas personas no fue únicamente moral; muchos fueron exiliados, maltratados o peor aún, asesinados; siguiendo una ley que lo único que hace es impedir que la gente siga los dictados de su alma.
Pero poco a poco se avanza,la condena física pasa simplemente a condena moral. Y esta condena supuestamente eterna, no preocupa, y no llega a matar.
Y aún a, a veces piensas que te depara el futuro, y tiemblas, llegando a verte sufriendo por el fuego eterno al que un grupo de odiosos hipócritas ebrios de poder amenazan con lanzarnos si no damos la espalda a nuestros corazones.
Pero cuando giro mi cabeza, y veo tus brillantes pupilas embriagandome de tu amor, aunque no puedas profesarmelo, me rebelo contra este grupo.
Grito, y yo les condeno a arder durante la eternidad, por negar lo evidente, por condenar a los que simplemente siguen lo que marcan los corazones. Los corruptos que condenan quedan ahora condenados por manipular sentimientos, secta de malditos poderosos, la justicia caerá sobre vosotros tarde o temprano.
Si contigo me condenan al infierno, y sin ti me nombran santo, sin dudarlo, mordía la manzana mil veces.
Jorge Niño
19-Marzo-2010
Te quiero pequeño, un beso
viernes, 19 de marzo de 2010
Condena eterna
Publicado por Jorge Niño en 23:51
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario